Milos Milutinovic: La Otra «saeta rubia»

Yugoslavia 1 France 0 in 1954 in Lausanne. Milos Milutinovic gets a cross  over in Group 1 at the World Cup Finals. | Jugadores de fútbol, Fútbol,  Olvidar
Milos Milutinovic jugando para la selección de Yugoslavia un partido ante Francia en la Copa del Mundo 1954

Considerado uno de los mejores extremos yugoslavos de la historia Milutinovic jugó en la misma época que Alfredo Di Stefano pero por cuestiones políticas no pudo salir del pais hasta después de cumplir los 28 años.

En mayor o menor medida todos sabemos quien es Bora Milutinovic. Este DT serbio que hoy se encuentra retirado fue uno de los entrenadores que mas veces dirigió en una Copa del Mundo. A lo largo de su carrera Milu entrenó de manera consecutiva a cinco selecciones mundialistas (México en 1986, Costa Rica en 1990, EEUU en 1994, Nigeria en 1998 y China en 2002) y solo fue superado en este rubro por el brasileño Carlos Alberto Parreira. Pero ademas de esto, su trabajo como manager lo ha llevado a dirigir a otros equipos nacionales (Irak, Jamaica y Honduras) así como también a clubes de los mas diversos puntos del globo (Pumas de Mexico, San Lorenzo en Argentina, NY MetroStars en la MLS y Al-Sadd de Qatar).

Antes de ser un trotamundos del banquillo Bora fue un correcto mediocampista que durante los 60’s y 70’s realizó una carrera respetable en el fútbol francés, pero que era reconocido en Yugoslavia mas por sus lazos familiares que por su valía como jugador. Sus hermanos mayores Milos y Milorad eran quienes realmente habían hecho conocido al apellido. Nacidos en la ciudad serbia de Bajina Bašta, los hermanos Milutinovic (tres varones y una niña) ya desde pequeños debieron enfrentarse a las dificultades. Huérfanos desde muy temprana edad (el padre había fallecido en la II Guerra Mundial y la madre de tuberculosis en 1946) los niños fueron criados por una tía que vivía en la ciudad minera de Bor.

Los muchachos pronto mostraron condiciones para el fútbol, en especial el hermano mayor. Milos era una amalgama perfecta de velocidad, elegancia y potencia que le permitía moverse por todo el frente de ataque, en especial por los extremos. Después de impresionar en la tercera división jugando para un equipo de su ciudad el Partizan de Belgrado le ganó la puja al Estrella Roja y se hizo con los servicios de la estrella en ascenso. La disputa entre los dos grandes equipos de la ciudad por el delantero incluyó todo tipo de maniobras y presiones políticas – el Estrella Roja era el equipo de la Policía – pero Milos finalmente escogió al Partizan porque el club le garantizaba también un contrato a su hermano Milorad, quien jugaba en la defensa y era un año menor.

Gracias a su velocidad el extremo fue apodado como el «Zumbador Rubio» y su actuación en la primera edición de la Copa de Campeones de Europa (1955/56) lo transformaría en una celebridad a nivel europeo. En los Cuartos de final del torneo (en ese momento no tenía fase de grupos y se jugaba en llaves de ida y vuelta) el papel de Milos fue fundamental en los cruces frente al Sporting de Lisboa. El partido de ida jugado en Portugal terminó 3 – 3 y Milutinovic fue el autor de dos de los goles, pero el golpe definitivo lo dio en el encuentro de vuelta disputado en Belgrado donde Partizan goleó a los lusos por 5 – 2 y el mayor de los hermanos anoto 4 tantos.

En la siguiente ronda esperaba el Real Madrid de Di Stefano, Gento y Rial. Si bien en laida los españoles golearon por 4 – 0 el encuentro podría haber sido totalmente distinto si a Milos el arbitro no le hubiese (mal) anulado dos goles en los primeros minutos de juego. En la vuelta disputada en casa Partizan estuvo cerca de la remontada histórica con un 3 – 0 que dejó groggy al equipo madrileño. Esa tarde el Zumbador Rubio marcó dos goles y se llevó todos los elogios de la prensa española.

Ahora bien, después de una actuación tan determinante (finalizó como goleador del certamen con 8 tantos) cualquiera pensaría que los equipos mas importantes del Viejo Continente se hubiesen peleado entre si para firmar a Milutinovic. De hecho, se dijo que el mismísimo Santiago Bernabue había quedado tan impresionado con el serbio que quería llevárselo cuanto antes para el merengue, pero el futbolista no se movió de Yugoslavia. Debido a una legislación interna, se le prohibía a los jugadores fichar con clubes extranjeros hasta tanto no hubiesen cumplido los 28 años. Uno no puede dejar de pensar lo que hubiese sido de la carrera de este futbolista si hubiese tenido la chance de jugar en los mejores equipos de la época.

En el plano internacional Milos fue habitual del equipo nacional de Yugoslavia durante esos años e integró los planteles que disputaron las Copas del Mundo Suiza 1954 y Suecia 1958. En estos torneos los yugoslavos consiguieron avanzar a los cuartos de final, pero en ambas ocasiones cayeron frente a Alemania de Oeste. Tras el certamen de 1958 – donde ademas compartió plantel con su hermano Milorad – el extremo cerró su etapa como jugador de selección con apenas 25 años entre otros motivos debido a que su salud se había resentido gravemente. En 1958 el extremo había fichado con el OFK Beograd pero en el lapso de dos temporadas apenas si pudo disputar un puñado de encuentros debido a que contrajo tuberculosis. En esos momentos la enfermedad era todavía mortal y Milosevic debió abandonar la practica activa para no arriesgar su salud.

Recién en 1960 Milos podría volver a las canchas. A pesar de llevar varios meses parado, el recuerdo de sus proezas en las noches europeas todavía seguía fresco y el Bayern Munich acercó con una oferta imposible de rechazar. El club bavaro, que en ese momento no era tan conocido fuera de Alemania, se ofrecía a pagarle el tratamiento para su mal y el futbolista vio la oportunidad perfecta para retomar su carrera truncada. La larga inactividad y la tuberculosis dejaron secuelas en su juego y nunca pudo recuperar el nivel que mostró en sus mejores días en el Partizan, pero en tan solo una temporada Milutinovic inscribió su nombre en el libro de oro del Bayern como el primer futbolista extranjero del club.

En 1961 dejó Alemania y continuo su periplo jugando en el fútbol francés. Afincado en la ciudad de París el extremo se transformó en pieza clave del Racing y tras dos años de buenas actuaciones en 1963 se fue al Stade Francais. Finalmente, en 1968 retornó a casa para jugar un año mas en el OFK Beograd junto a su hermano Milorad. Ya en su etapa como entrenador el Zumbador Rubio tuvo también un periodo exitoso al frente del Partizan y llevó al cuadro de Belgrado a conquistar la liga en 1983 y así cortar media década sin títulos. En 1990 volvería al banquillo pero la supremacía del Estrella Roja sería imposible de dominar.

Miloš Milutinović - Alchetron, The Free Social Encyclopedia
Milos también fue campeón como DT del Partizan.

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