Frank Soo, un chino jugando para Inglaterra

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Soo en los minutos previos a jugar con su selección en un partido contra Francia.

Fue capitán del Stoke City y parte de la selección inglesa en nueve oportunidades durante los años de la Segunda Guerra Mundial pero la FA se niega a reconocerlo como internacional.

Quizás el nombre de Frank Soo no diga mucho en esta parte del mundo pero en Asia – y principalmente en China – es reconocido como uno de los futbolistas mas importantes, incluso a pesar de ser oriundo de Buxton, Inglaterra. Soo tiene el privilegio de ser el primer jugador no blanco y el primer descendiente de asiáticos en formar parte del equipo nacional de Inglaterra. Su paso por el combinado ingles se dio durante los momentos mas álgidos de la Segunda Guerra Mundial lo que hace que su logro no sea reconocido por la federación debido a que en esos años toda actividad futbolistica oficial estaba suspendida en el Viejo Continente.

Segundo hijo de una pareja conformada por un padre chino y una madre inglesa la historia de Soo (12/3/1914 – 25/1/1991) con el fútbol comienza en 1933 cuando fue fichado por el Stoke City. Hasta ese entonces este mediocampista había jugado solo en equipos semi-profesionales de su región y trabajaba a tiempo parcial como ayudante en una oficina. Su debut llegó finalmente en noviembre de ese mismo año jugando como titular en la derrota 1 – 6 frente al Middlesbrough. A pesar del resultado Soo realizó una tarea aceptable y lentamente se fue ganando su lugar como mediocampista en el XI inicial. Entre 1933 y 1939 disputó un total de 145 encuentros (todos en la primera división) y marcó cinco goles, destacándose principalmente por su inteligencia en los movimientos y su habilidad para el pase. Ademas, en 1937 se transformó en el capitán del club. Pero la guerra interrumpió su ascenso.

En septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia y estableció la Casus belli para el inicio formal a la Segunda Guerra Mundial, un conflicto que le costaría la vida a mas de 70 millones de personas y de las cuales mas de un 60% fueron civiles. Si bien hasta ese entonces el enfrentamiento venía disputándose de manera «informal» en otros campos de batalla – Guerra Civil Española, Invasión de Japón a China, Guerra de frontera entre Rusia y Japón – el ingreso de los Nazis a Varsovia llevó el conflicto a un punto de no retorno.

Los tambores de batalla comenzaron a resonar nuevamente en el corazón de la Europa Occidental pero a diferencia del fervor patriótico con el que se vivió la Primera Guerra Mundial, esta vez el miedo se apoderó de un continente marcado por las cicatrices que dejó «La Gran Guerra». Hitler y su locura fueron un emergente de las duras reparaciones que instauró contra Alemania el «Tratado de Versalles» y todo hacía pensar que la sed de revancha llevaría el enfrentamiento a dimensiones desconocidas. Los británicos, junto otras naciones de la Commonwealth (Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y Canadá) y los franceses finalmente le declararían la guerra a las fuerzas del Eje durante la primera semana de septiembre.

Ante este nuevo panorama la temporada 1939/40 de la Primera División fue suspendida tras solo tres semanas. Si bien muchos jugadores decidieron enlistarse en el ejercito con la firme intención de pelear en el frente la pelota igual siguió rodando. La Football Association decidió armar ligas regionales en donde se entremezclaban equipos de distintas divisiones pero que compartían una cercanía geográfica. Ademas se estableció la disputa de una copa nacional, aunque ninguno de estos torneos sería reconocido como oficial. Y es en esos años es donde Frank Soo tuvo la chance de vestir la camiseta de Inglaterra.

Jugando para el Stoke Soo se consagró campeón de la West Regional Championship superando a equipos tales como el Liverpool, el Everton o el Manchester United. Pero ademas participó en carácter de «invitado» en encuentros del Newcastle United, el Chelsea, el Blackburn Rovers, etc. En los días de la guerra el mediocampista también fue llamado al deber, mas precisamente en la Royal Air Force en donde sirvió como instructor técnico. Si bien no fue desplegado en el frente su base estaba alejada de Stoke – on – Trent por lo que su participación en el primer equipo que jugaba en las ligas regionales fue muy esporádico. Pero a pesar de no estar en el campo de batalla Frank tuvo la chance de servir a su nación.

La idea de organizar amistosos internacionales en una época tan dura como lo fue la Segunda Guerra Mundial resultaba cuanto menos llamativa. El país no estaba para fiestas y Winston Churchill solo había prometido sangre, sudor y lagrimas. Los recuerdos de la «Blitz», los bombardeos de 1940/41 sobre las principales ciudades británicas – Londres. Liverpool, Hull, Southampton, Bristol, Cardiff, Glasgow – todavía estaban muy frescos en la memoria de los ingleses y el racionamiento de carbón y alimentos se había convertido en una cruel normalidad en el Reino Unido.

Es por esta razón que los partidos amistosos de la selección se volvieron tan necesarios. Así como los discursos del rey Jorge VI sirvieron para inspirar a sus súbditos los encuentros del equipo nacional rescataban y elevaban el espíritu patriótico. Ademas otorgaron cierta sensación de «normalidad» dentro de la locura de la guerra. Y Frank Soo, uno de los mejores mediocampistas del Reino, no podía quedar afuera.

Su debut como internacional lo tuvo en 1942 ante la selección de Gales y vestiría nuevamente la casaca de los Three Lions en ocho oportunidades mas. Incluso formaría parte de algunos partidos del Victory International, un certamen amistoso entre varias selecciones que se disputó entre 1945 y 46 y cuyo propósito era celebrar el fin de la guerra (también tuvo su edición al termino de la Primera Guerra Mundial).

Soo junto a grandes del fútbol ingles como Matt Busby, Joe Mercer Y Stanley Matthews.

Una vez que la paz retornó al continente Soo reinició su carrera como footballer y tras un breve paso por el Leicester en 1946 ficho para el Luton Town de la segunda división. Allí permanecería dos temporadas y sería titular indiscutido, pero los malos resultados del equipo hicieron que en 1948 buscará otro destino. Finalmente cerraría su carrera como jugador en el Chelmsford City. Tras el retiro Frank emprendió una carrera como DT que lo llevó entre los 50’s y los 60’s a dirigir principalmente varios clubes escandinavos y hasta al equipo nacional de Noruega en los JJ.OO. de 1952 en Helsinki. A principios de los 80’s retornaría a la ciudad de Stoke y moriría allí en 1991 a la edad de 76 años.

En busca del reconocimiento perdido

En múltiples ocasiones se ha dicho que Frank Soo no recibió mas oportunidades en el equipo nacional debido a sus orígenes asiáticos. En su momento el mismo protagonista lo dejó entrever en una entrevista realizada por un periódico local de Stoke en 1975. Allí Soo asegura que su «sangre oriental seguro tuvo que ver a la hora de no ser convocado en mas oportunidades a la selección nacional». Aun así, a pesar que desde la FA le cerraron las puertas el futbolista, nunca mostró mayor resentimiento. La periodista e historiadora inglesa Susan Gardiner relata en su libro sobre Soo como este tuvo que hacer frente en un principio de su carrera a las miradas desconfiadas por su apariencia.

Eventualmente su rostro oriental dejó de ser lo mas llamativo de su persona y todos comenzaron a destacarle por su habilidad en el campo. Los periódicos de la época alababan su polifuncionalidad (podía jugar también como defensa) y su gran disparo con ambas piernas. El Lincolnshire Echo incluso lo bautizó como la «la pequeña maravilla del Stoke». Ahora bien, mas allá de este reconocimiento hay una polémica frente al tratamiento que le a dado a lo largo de los años la federación inglesa. Durante el tiempo en el que Soo estuvo activo compartió campo o enfrentó a varias de las viejas glorias inglesas como Stan Mortensen, Joe Mercer, Billy Wright, Tommy Lawton. Y hasta se dio el lujo de jugar con el gran SIR Stanley Matthews, en el Stoke y en la selección.

Para Gardiner la guerra ayudó a que Frank Soo fuese «aceptado» pero en tiempos de paz el jugador nunca hubiese tenido la chance siquiera de practicar con la selección. Actualmente hay un grupo de personas que luchan para que su legado dentro del futbol ingles sea reconocido por la FA, y que sus partidos como internacional sean ratificados como tales. La asociación se escuda en que hacer esa distinción con Soo implicaría una injusticia con los muchos jugadores que fueron convocados por esos años y que tampoco hoy son reconocidos. Por lo pronto en su querida Stoke – on – Trent, una calle cercana al estadio del Stoke City lleva su nombre para mantenerlo vivo en la memoria de los hinchas de los «Potters«.

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